Si bien los expertos solemos recomendar que tras la separación los padres logren trabajar en equipo, en muchos casos esto es una expectativa irrealista. Hay casos (o a veces etapas) en los que el conflicto es tan fuerte, que el intento de co-parentalidad termina perjudicando, más que ayudando a las familias en proceso de separación.
En nuestra experiencia esto se da cuando uno o ambas partes de la ex pareja tiene un estilo relacional extremadamente conflictivo. Por ejemplo en casos en quiebres de pareja traumáticos, o personas con problemas de control de la rabia o impulsos, antecedentes de violencia, trastornos de personalidad, entre otros.
Dado que la investigación muestra que el predictor más importante del bienestar de los hijos tras la separación es haber estado expuestos a un conflicto parental poco frecuente y de baja intensidad, es que en estos casos la meta debiera ser evitar o reducir al máximo las discusiones, incluso si esto implica que la comunicación entre ambos se deba interrumpir.
La central es proteger a los niños de ser testigos de la incapacidad de uno o ambos padres de manejar sus emociones y de como eso daña al otro (o ambos en el caso de que el conflicto sea cruzado), ya psicológica o físicamente.
En general, un ex conflictivo es una persona a la que le cuesta posponer sus propias emociones y deseos por el bienestar de los hijos, que regresa a aspectos conflictivos del pasado una y otra vez y/o que buscan desde su inseguridad, que los hijos tomen partido por uno de los padres.
Cuando no es posible la co-parentalidad, los expertos sugieren lo que se ha llamado “parentalidad paralela”. Para ello se busca limitar al máximo el contacto entre la ex pareja, y así evitar la posibilidad de que aparezcan discusiones y conflictos (¡que además escalen!) frente a los hijos.
Se busca entonces que los adultos se pongan de acuerdo en los aspectos mínimos a ser cumplidos por cada uno, dejando de lado la pretensión de decidir en conjunto sobre el día a día del hijo.
Es una forma de relacionarse, que si bien limita el contacto entre la ex pareja, busca asegurar la posibilidad de que el niño continúe relacionándose con ambos padres.
Si sientes que tienes un ex conflictivo y quieres proteger a tus hijos, algunos de nuestros consejos son:
- – Desarrolla en conjunto con especialistas un plan de parentalidad específico: días de visitas, horario de inicio y de término, lugar de recogida, razones y formas adecuadas de comunicar y decidir sobre excepciones o cambios en el plan, responsabilidad del transporte de los niños, entre otros.
- – Acepta la ayuda de terceros que puedan ser “garantes de la paz” (descartar a personas que les cueste apoyarnos a mantener una buena relación por estar igual o mas enojados que nosotros) y que puedan sustituirnos por ejemplo, a la hora de entregar a los hijos, con el fin de no encontrarse con él/ella.
- – Limita la comunicación y el contacto personal con tu ex.
- – Cuando es inevitable, prefiere formas de comunicación que te permitan “pensar” antes de actuar (por ejemplo, mail es mejor que whatts app).
- – Desarrolla un “guión” previo de lo que quieres comunicar y apégate a él. La improvisación es suelo fértil para el conflicto.
- – No enganches con los mensajes de textos o mails con contenidos agresivos. Solo perpetúan la violencia, nunca es posible resolverlos. No contestes.
- – No te enganches en discutir aspectos de la relación de pareja pasados. Ustedes ya no son pareja, sino que Padres.
- – Intenta “no tomártelo personal”. Sus reacciones desmedidas son probablemente un ejemplo mas de su forma de estar y ser en este mundo y no son solo contigo.
- – Mantén un estilo de comunicación centrado en los “hechos”. No hables de tus emociones.
- – Céntrate en lo único que es posible controlar realmente: TU propia conducta.
- – Mantén el foco en el bienestar de los niños y la importancia del otro padre/madre para ellos.
- – Auto-cuidado: Si está amenazada tu integridad personal buscar ayuda y garantiza tu seguridad personal como prioridad.
- – Déjate ayudar por cercanos, pero sobre todo por profesionales especializados en estos temas. Una separación siempre es difícil, y lo es aún más en casos como estos.